Pros y contras de las pastillas anticonceptivas

Pros y contras de las pastillas anticonceptivas

Su creación fue revolucionaria: se le consideró como parte de la liberación femenina porque gracias a ella las mujeres tenían el control de su vida sexual. A medio siglo de su creación, la pastilla anticonceptiva está siendo cuestionada por algunos casos que la vincula a enfermedades y por una nueva corriente de mujeres feministas que, dicen, quieren conocer el funcionamiento de su ciclo natural.

El ciclo menstrual femenino dura un promedio de 28 días, entre regla y regla, y la ovulación suele producirse el día 14. Así, se generan dos fases hormonales muy diferentes: la primera, del día 1 al 14, está influida por estrógenos y la segunda, del día 15 al 28, por la progesterona. Eso puede causar distintos estados anímicos y sensaciones corporales entre cada fase, por ejemplo activación en la primera y decaimiento en la segunda.

Lo que hacen los métodos anticonceptivos hormonales es suprimir este ciclo completamente. El método de este tipo más común es el de las pastillas anticonceptivas “combinadas”, compuestas por un progestágeno y un estrógeno, que detienen la liberación de hormonas de los ovarios y, por lo tanto, también la ovulación. En vez de eso, entregan hormonas similares a las que liberaría la mujer de forma natural, pero en dosis iguales todos los días.

 

Pero ¿tienen efectos secundarios?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que, si se usa de manera correcta, las pastillas combinadas tienen un 99% de efectividad al evitar un embarazo y que, además, disminuyen el riesgo de cáncer endometrial y ovárico. Para muchos miembros de la comunidad médica las pastillas anticonceptivas son consideradas el mejor invento del siglo pasado. Le han permitido a la mujer controlar la natural consecuencia de su sexualidad: un embarazo. Es un medicamento muy probado y hay gran evidencia de que no produce daño en mujeres sanas, incluso son capaces de proteger de algunas enfermedades y servir de tratamiento para algunas alteraciones.

El único riesgo que advierte la OMS por el consumo es la probabilidad de tener una tromboembolia venenosa al consumir pastillas con diferentes progestágenos, pero reitera que los “riesgos absolutos” son muy pequeños. Sobre el mismo tema, en 2012, la USFDA publicó una nota advirtiendo que las mujeres que utilizan píldoras anticonceptivas tienen mayor riesgo de producir coágulos sanguíneos (aunque es menor al riesgo de producirlos propio del embarazo, por ejemplo), sobre todo si el tipo de progestágeno que tienen las pastillas es drospirenona.

Fuera de los casos extremos, las pastillas tienen efectos secundarios que aparecen en las mismas cajas: nauseas, vómitos, dolores de cabeza, inflamación de mamas, cansancio. Incluso se les han vinculado a síntomas de la depresión.

 

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